sábado, 10 de febrero de 2018

Portavozas y miembras

Hace 10 años que puse en marcha el blog Miembras: Usos lingüísticos, políticos y sociales del lenguaje. La aventura duró 2 años, de 2008  a 2010, fechas en las que mantuve muy activo el blog.

Como expuse en su introducción allá por 2008: "Este blog nace con una vocación lingüística. No se trata de alumbrar una palabra, dar vida a un modo de decir o utilizar una nueva expresión. Tampoco de inventar y lanzar un neologismo, sino de potenciar y analizar la introducción de un morfema de género para un término léxico en una de sus definiciones concretas miembro-a (en su acepción de personas que forman parte de un conjunto o comunidad) con el fin de que los hablantes hagan un uso lingüístico que actualmente está considerado como ilegítimo por los puristas del idioma y que no está incluido en los diccionarios, para hacer un seguimiento pormenorizado de la evolución y uso de esta palabra, así como de todas las cuestiones lingüísticas y extralingüísticas asociadas.

La lengua es un sistema complejo que abarca diferentes aspectos: fonéticos, morfológicos, léxicos, semánticos, pragmáticos, etc. A través de la semántica y de la pragmática se complica aun más el estudio de la lengua ya que por medio de estas disciplinas, la lengua entra en contacto con las demás disciplinas del mundo físico, mental y social. En el lenguaje intervienen cuestiones meramente lingüísticas, pero también creencias, actitudes y conocimientos de los hablantes, situaciones y principios comunicativos que rigen la conversación y, además del contexto lingüístico en que se pronuncia un enunciado o en el que se desarrolla o evoluciona una palabra, influyen otras muchas cuestiones extralingüísticas.

Así pues, este blog es una plataforma para catapultar el uso del término "miembra", generalizarlo entre los hablantes que quieran participar en este experimento y reflexionar de forma individual y conjunta sobre las reacciones lingüísticas, ideológicas, afectivas, identitarias, políticas, simbólicas, etc. que a los usuarios de este blog nos provoca. Analizaremos también los posicionamientos y reacciones del mundo político, académico, mediático y las posturas de diversos colectivos sociales para tener una idea clara y fundadada sobre los usos del lenguaje como producto del paisanaje ideológico y como instrumento para la intervención social.

La publicación de este blog con la denominación de miembras hace que este término aparezca fijado en la literatura escrita. De la misma forma, desde que la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, utilizó esta palabra en su primera comparecencia en el Congreso, han corrido ríos -y no sólo de tinta- en los medios de comunicación tanto impresos como en la red, que se han hecho eco de la palabra miembras.

Recordemos que en los últimos años se han producido importantes cambios terminológicos y gramaticales en cuanto al género de los sustantivos que designan seres animados y personas (pues la gramática también atiende al sexo del referente y no sólo al significado y al significante lingüísticos), y muchos de los sustantivos que, tradicionalmente eran comunes en cuanto al género (el jefe/la jefe, el presidente/la presidente, etc.), han desarrollado un femenino en -a cuando nos referimos a profesiones, cargos, títulos o actividades humanas (jefe/jefa, presidente/presidenta, cliente/clienta, ministro/ministra, médico/médica, sastre/sastra, bombero/bombera, ginecólogo/ginecóloga, concejal/concejala, juez/jueza, etc.). En estos procesos lingüísticos han tenido que ver cambios sociales tales como la incorporación de las mujeres a estos trabajos, tradicionalmente masculinos; cambios en la mentalidad de las personas, como la percepción que tenían muchas mujeres -y hombres- de que tales denominaciones en sus formas invariables no servían para identificarlas de forma eficaz, no las incluían de forma plena o no se sentían autodefinidas por ellas, por lo que era preciso habilitar y utilizar las formas femeninas; cambios semánticos, como el uso generalizado por parte de los hablantes a los que las formas femeninas ya no causaban "extrañeza" y cambios normativos, como su aceptación por parte de la Academia, lo que condujo a la introducción de las formas femeninas en los diccionarios".

Las principales conclusiones que pude sacar de aquella aventura sociolingüística iniciada hace una década, cuando todavía Twitter apenas había comenzado a desplegar sus alas, fueron de dos tipos.

La primera conclusión es que cualquier cuestionamiento del machismo, sea referido a aspectos políticos, sociales, científicos, tecnológicos, lingüísticos o asuntos cotidianos como los usos del lenguaje mismo, va a recibir críticas furibundas por parte de muchos y que la persona que se atreva a plantearlos, será la diana preferida de insultos, vejaciones y todo tipo de descalificaciones, con fundamentos o sin ellos. 

A los dos días de abrir el blog, tuve que moderar las comentarios ya que la mayor parte de los mismos no se referían a las entradas del blog en donde se trataban aspectos lingüísticos concretos sobre el uso del sustantivo común en cuanto al género "miembro" en su séptima acepción (7. com. Individuo que forma parte de un conjunto, comunidad o cuerpo moral), sino que tenían que ver con las acepciones de los sustantivos masculinos 2. m. pene y 1. m. Cada una de las extremidades del hombre o de los animales articuladas con el tronco; predominando entre los comentarios, impepinablemente, el orden fálico.

Cierto es que la feminización del masculino en la segunda acepción, esto es, el uso  de "miembra" por "pene" da mucho juego para el machirulismo jocoso y que la RAE ya debería haber incluido en el diccionario este término chistoso en femenino para referirse al miembro viril, puesto que cuenta con una larga trayectoria en el imaginario mental y está perfectamente documentado su uso como chiste fácil, chascarrillo escatológico o término con significación burlesca.

Así pues, aunque tuve que desgranar muchas pajas de los comentarios, algunas personas colaboraron con puntos de vista y aportaciones muy interesantes. 

Pero vayamos al meollo de lo tratado en el blog en donde, en primer lugar, se definía el término en cuestión según la 22ª edición que estaba en ese momento en vigor y que no ha variado desde entonces.

Diccionario de la lengua Española (RAE), 22 ed. 2001

miembro (Del lat. membrum).
  1. m. Cada una de las extremidades del hombre o de los animales articuladas con el tronco.
  2. m. pene.
  3. m. Parte de un todo unida con él.
  4. m. Parte o pedazo de una cosa separada de ella.
  5. m. Arq. Cada una de las partes principales de un orden arquitectónico o de un edificio.
  6. m. Mat. Cada una de las dos expresiones de una ecuación separadas por el signo de igualdad o de desigualdad.
  7. com. Individuo que forma parte de un conjunto, comunidad o cuerpo moral.
No olvidemos que en la 22ª edición del Diccionario ya se había producido un avance, puesto que la palabra "miembro" aparecía como sustantivo de género común aplicado a ambos sexos (hombre o mujer), mientras que en la edición de 1992, "miembro" en su 7ª acepción era únicamente del género masculino y no del género común. Esto significaba que en 1992 la RAE no permitía diferenciar el femenino del masculino mediante marcas de género en los determinantes, p. e. no estaba permitido decir "La miembro de la asociación" o "La miembro más antigua", puesto que si lo correcto era "El miembro de la asociación" o "El miembro más antiguo", no había forma de saber si la persona era hombre o mujer. Además, la tendencia psicológica era considerar que se trataba de un hombre (en el reparto social de roles, históricamente las mujeres no pertenecían a asociaciones) y, de esta forma, las mujeres seguían quedando invisibilizadas. (Recordemos que por género común se entiende el que se refiere a personas y en el cual la variación de género produce una variación de significado. En este caso, la determinación del sexo la realizan los pronombres y artículos masculinos o femeninos que se unen atributivamente a dichos nombres o que hacen referencia a ellos: el joven/la joven, el artista/la artista, el recluta/la recluta, el testigo/la testigo).

Curioso lo que recogía el diccionario Panhispánico de dudas en el año 2001:

Diccionario Panhispánico de dudas. Real Academia Española
miembro.
  1. ‘Individuo que forma parte de un colectivo’. Normalmente se usa como epiceno masculino (→ género21b), con independencia del sexo del referente: «La esposa de Molins [...] es un miembro estratégico del equipo» (Mundo [Esp.] 20.2.96). Pero hoy se está extendiendo su empleo como sustantivo común en cuanto al género (el/la miembro; →género21a), uso que se admite como válido cuando se desee hacer explícito el sexo del referente: «EH coloca en sus listas a una miembro de Haika encarcelada por Garzón» (Abc@ [Esp.] 2.4.01).
  2. Cuando miembro se usa en aposición a un sustantivo plural, aunque puede permanecer invariable (Estados miembro), es preferible hacerlo concordar en número con dicho sustantivo: los países miembros, los Estados miembros, etc. (→ plural,2.4).

En esta segunda acepción, podemos comprobar que algunas noticias de medios de comunicación ya recogen como aceptable el uso de "naciones miembras" y que cuesta mucho menos vencer la aparición del término plural en femenino que en singular, referido tanto a personas como a cosas.

La segunda de las conclusiones es que la palabra "miembra" iba poco a poco ganado terreno en el uso de algunas hablantes y así quedaba reflejado en las cada vez más frecuentes apariciones de uso en diferentes medios de comunicación digitales. Si bien en los medios españoles, la aparición del término "miembra" hacía referencia a un uso irónico, en muchos medios hispanoamericanos, sobre todo procedentes de países como Costa Rica, Paraguay, Nicaragua, Venezuela, México o Argentina, la aparición del término "miembra" fue aumentando y son las propias mujeres las que se refieren a sí mismas como miembras, despojando a esta voz de cualquier connotación jocosa, y utilizando el término para autonombrarse en femenino como personas o individuas que forman parte de un conjunto, comunidad o cuerpo moral, bien sea como miembras de un gobierno, cámara legislativa o judicial, iglesia, club, asociación, colectivo, grupo social, etc.

Desde junio de 2008 a septiembre de 2010, a través del servicio de Alertas de Google donde registré el término "miembra", fui recibiendo en el correo electrónico todas las noticias aparecidas en medios de comunicación digitales que contenían la palabra "miembra" y así fui recopilando mensualmente en el Blog, a lo largo de 37 meses bajo los epígrafes "Noticias aparecidas sobre miembras" desde junio de 2008 "Noticias sobre miembras I" hasta septiembre de 2010 "Noticias sobre miembras XXXVII" todas sus apariciones. En el Blog quedan registradas dichas noticias agrupadas por meses y se ofrece un índice detallado tanto del medio de comunicación, como de la fecha y los títulos de la noticia, así como un enlace directo a las mismas. Lástima que algunos enlaces estén rotos porque ha transcurrido una década, pero otros muchos enlaces sí se mantienen activos o pueden dar algunas referencias concretas para su búsqueda actual por el medio de comunicación o la fecha citados.

En "Noticias sobre miembras I" aparecen por primera vez todas las noticias relacionadas con la polémica suscitada por las palabras de la Ministra de Igualdad de la época, Bibiana Aído, cuando por primera vez profirió la palabra "miembras" y dio lugar a una reflexión (o convulsión) social sobre el uso de determinados términos lingüísticos que intentaban visibilizar a las mujeres a través del lenguaje o que buscaban una lenguaje más inclusivo. 

Las reacciones de algunos medios y de la propia RAE sirvieron también de acicate para que esta lingüista hiciera una reflexión personal compartida que dio origen al blog Miembras, como en años anteriores lo había sido el Informe sobre la expresión "violencia de género" elaborado por la RAE en 2004 y que contenía una recomendación dirigida al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para que no utilizara esta expresión a la hora de redactar el Proyecto de Ley integral contra la violencia de género. Este Informe dio origen a mi artículo La RAE y el monopolio del género... gramatical poniendo en cuestión la falta de rigor de la RAE a la hora de analizar ciertas expresiones que ya estaban consolidadas por el uso y para las que existía un cuantioso corpus teórico documental que la RAE obviaba como eran, por entonces, los 273 libros publicados y recogidos en el ISBN español con el concepto de género entendido como construcción social asignada a las personas en razón del sexo, esto es, como género social y no como género gramatical, acepción que la Academia negaba por aquellos años, pero que incluyó una década después como acepción 3ª en la 23ª edición del DRAE. 

Diccionario de la lengua Española (RAE), 23 ed. 2014




género

Del lat. genus, -ĕris.
1. m. Conjunto de seres que tienen uno o varios caracteres comunes.
2. m. Clase o tipo a que pertenecen personas o cosasEse género debromas no me gusta.
3. m. Grupo al que pertenecen los seres humanos de cada sexoentendido este desde un punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico.
4. m. En el comerciomercancía (‖ cosa mueble).
5. m. Tela o tejidoGéneros de algodónde hilode seda.
6. m. En las artessobre todo en la literaturacada una de las distintas categorías o clases en que se pueden ordenar las obras según rasgos comunes de forma y de contenido.
7. m. Biol. Taxón que agrupa a especies que comparten ciertos caracteres.


8. m. Gram. Categoría gramatical inherente en sustantivos y pronombrescodificada a través de la concordancia en otras clases de palabras y que en pronombres y sustantivos animados puede expresar sexoEl género de los nombres.

Hoy el tema vuelve a estar de actualidad debido a que la portavoz/a de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, se ha referido a sí misma como "portavoza". Parece que la Historia se repite en los mismos términos -o similares- y en algunos casos con los mismos actores pues de trata de los mismos medios e individuos los que salen a defender estos nuevos usos o los que reaccionan de forma furibunda.

Ver:


Y los comentarios políticos en defensa y en contra (los más) no se han hecho esperar:


La noticia ha llegado a configurar la portada de ABC. 


Portada ABC del 10 de febrero de 2018
En algunos casos las respuestas intentan ahondar en los aspectos lingüísticos, en lugar de enfangarse en la confrontación política, el insulto machista o la descalificación sin fundamentos sólidos. He aquí algunos ejemplos:
No es casual, que las autoras sean mujeres.

Sorprende por su objetividad y rigor -ya que el autor es miembro de la RAE, además de catedrático de Lingüística y consejero de Fundéu-, Salvador Gutiérrez Ordóñez,  quien publica una tribuna en el diario El Mundo, 10 febrero de 2018: Sobre 'pilota', 'portavoza', 'miembra' y otros femeninos. http://www.elmundo.es/espana/2018/02/10/5a7df963ca474179478b4698.html con quien coincido básicamente en los aspectos lingüisticos: el sistema lingüístico es fijo y las normas variables, a veces caprichosas. 

Como la lengua es del pueblo, son los usos quienes mandan. Y la RAE, trágala, trágala.

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