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miércoles, 12 de noviembre de 2008

Optimismo responsable versus voluntarismo engañoso: Tanto monta, monta tanto.. pero ¿quién tiene el montante?

Si este blog tiene como objetivo el tratamiento de los usos lingüísticos, quizás se pregunten la insistencia de esta autora en meterse en veredas que no le corresponden, como son las peliagudas cuestiones de corte económico. No se trata únicamente de que la economía se haya convertido hoy en un tema de rabiosa actualidad mediática (y real), sino que en un mundo que en los últimos años ha tenido como fin y principio el motor económico, se ha desplegado un enorme entramado discursivo con el fin de construir -e interpretar- la realidad social. La creatividad desplegada en los últimos años en torno al lenguaje y los mensajes de tinte económico, ha conducido a que la economía haya sido uno de los campos que ha dado mayor juego retórico y semántico y a la instauración del lenguaje económico como uno de los pilares fundamentales de la mitología contemporánea. En suma, un verdadero filón para los objetivos de esta miembra.

Para muestra, recogemos aquí algunas perlas semánticas que hemos podido oír en los últimos días, con motivo de las ideas propuestas de cara a la Cumbre anticrisis que se celebrará en Washington.

Mientras Rajoy le pide a Zapatero que acuda a la cumbre financiera defendiendo la economía de mercado y las políticas de austeridad, advierte de que "no se puede liquidar la libertad económica" y apuesta por recuperar "conceptos en desuso como el esfuerzo, el trabajo, la disciplina y la responsabilidad individual" para afrontar la actual crisis económica y financiera; también afirma con su habitual desparpajo, para rubor de propias y extraños: "Frente a la ingeniería financiera, el trabajo; frente al aventurerismo, la prudencia; y frente al voluntarismo engañoso, el optimismo responsable". Como vemos, frases y recetas de una claridad precisa y de una concisión supinas y, sobre todo, un alarde retórico de altísimo valor expresivo y gran riqueza semántica cuyo contenido, como diría Bart Simpson, vendría a ser sinónimo de ¡Multiplícate por cero! En suma, la culpa fue del chachachá, o de Adán y Eva que nos transmitieron, a todos sus descendientes, el pecado original.

Nuestro otro gran estadista, el presidente Rodríguez Zapatero cuando no hablaba de crisis, sino de coyuntura económica, dificultades objetivas, crecimiento debilitado, situación seriamente adversa o desaceleración transitoria ahora más intensa, ya indicó hace un tiempo que una de las medidas a tomar sería declarar no disponibles 20 millones de euros de los Presupuestos Generales del Estado para aliviar las necesidades de liquidez de bancos y cajas, y que la Administración central reducirá un 70 por ciento la oferta de empleo público para 2009 y congelará los salarios de los altos cargos. Ahora propone un plan de austeridad y ofrece a los agentes sociales (CEOE y sindicatos) medidas que ayuden a paliar los efectos perversos que está teniendo la crisis sobre los ciudadanos, aunque promete que seguirá realizando una importante inyección de recursos públicos en la economía.

Por su parte, el ministro de economía Pedro Solbes, pide a los agentes sociales un poco de imaginación para formular propuestas de alta naturaleza en el marco del diálogo social.

Francisco J. Laporta ha publicado un artículo en El País titulado: El reino de la impunidad. En la economía de mercado hay desastres: hipotecas basura, artimañas financieras, quiebras, despidos, pobreza... pero nadie los ha causado, se han producido solos. Es el único espacio ajeno a la responsabilidad. El País, 12 de noviembre de 2008.

La mano invisible del mercado parece ser que ha estado sacando muchísima tajada y que cuando vienen mal dadas pide mayor control. Se diría que han dado la vuelta al calcetín -una vez vaciado- y que nos encontramos en el mundo al revés en el que la gran banca pide, a gritos, un mayor intervencionismo estatal. No es de extrañar puesto que, si has sido un zorro al cuidado del gallinero, conoces al dedillo las prácticas de los de tu calaña y desconfías de los otros zorros (con perdón de esta especie animal). La única mano invisible, pensamos muchas, es la que opera en los paraísos fiscales y esta sería una de las primeras medidas a adoptar: obligar a que estas manos firmen de puño y letra su nombre y apellidos y que declaren ante el fisco cómo han obtenido tales ganancias, con el fin de gravarlas con los correspondientes impuestos que les sean aplicables, caso de que se hayan obtenido de forma legal, o de aplicarles las medidas penales correspondientes, en caso contrario.

Por su parte, el gobernador general del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, cuyo modelo de control bancario y supervisión se pedirá que asuma el G-20, pide un esfuerzo a las empresas para que moderen sus márgenes de ganancias y no trasladen a sus costes el incremento de los precios de los productos que importan, para así no generar mayores tensiones inflacionistas. De paso, incidiendo en este control de la inflación, Fernández Ordóñez insistió también en la importancia de la moderación salarial.

Con estos mimbres, nos tememos quiénes van a pagar los platos rotos en esta interesante aventura, a la búsqueda de la refundación del capitalismo.

martes, 11 de noviembre de 2008

El efecto cocacola: crisis del capitalismo global

Hace dos días proponíamos desde este blog, denominar a la crisis financiera global como el efecto cocacola, por aquello de que se ha gestado en el corazón del Imperio (USA) y se ha extendido a todas partes, y como remedo a aquellas crisis financieras que azotaron México, Rusia y Brasil en la década de los noventa y que se denominaron el efecto tequila, vozka y samba, respectivamente.

La utilización del término efecto cocacola ayudará a los miembros (aquéllos que, según Rajoy, se visten por los piés) y miembras del G-20 (presidenta argentina y cancillera alemana) y les facilitará la tarea en la próxima cumbre de Washington donde diseñarán la nueva arquitectura de las finanzas planetarias.

Parece ser que se les han caído los naipes y se ha derrumbado el chiringuito global. Se echa la culpa a unos cuantos clientes de muy baja solvencia (pobres, parados, negros, etc.) que adquirieron hipotecas basura y a otros tantos de muy alta solvencia (brokers, agencias financieras, blancos de cuello ídem, etc.) que cobraban sueldos millonarios, viajaban en jets privados y empaquetaban las hipotecas basura junto con otros productos financieros para edulcorar y calificar la cosa como productos financieros titulizados con nombres rimbombantes y perspectivas de alto chollo. Sin embargo y a fin de cuentas, los crupieres sólo distribuyen el juego, cobran y pagan a los jugadores. Son los dueños del casino los que ponen las reglas.

El quid de la cuestión radicará en poner sobre la mesa las cartas y descubrir quiénes son los amos del casino. Además de preguntarse que, si la economía financiera nos repercute a todos, individuos, sociedades y miembros y miembras del planeta puesto que todas nos vemos obligadas a jugar en él ¿por qué sólo unos cuántos deciden? ¿Se puede dejar el chiringuito en manos de organismos e instituciones de dudosa configuración democrática? Léase grandes corporaciones empresariales, conglomerados de países -sin existencia jurídica, pero con poderío económico y militar- que dicen manejar el cotarro, y otros organismos financieros y económicos internacionales.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Miembras del primer sector, tras miles de años de agricultura

Excelente el artículo de Carmen Morán publicado hoy en el diario El País y que recoge una de las aplicaciones de la Ley de Igualdad (art. 30 Igualdad de hombres y mujeres en el sector agrario), igualdad materizalizada por fin, tras milenios de desigualdad. He aquí una muestra palpable de la necesidad de diferenciar dos términos que parecen sinónimos, pero que no lo son: trabajo y empleo (asalariado). Esta diferencia terminológica sirve para visibilizar el trabajo de las mujeres con el fin de que éste no siga apareciendo en los balances macroeconómicos como inactividad.

Desde una perspectiva jurídica, económica y estadística, se considera trabajo sólo aquella actividad que está mediada por un intercambio mercantil en el ámbito público. Esta concepción deja fuera toda actividad, en el ámbito privado, relacionada con la educación y la crianza de los hijos y de otras personas dependientes, la atención del hogar, etc. (precisamente el trabajo que históricamente han realizado las mujeres y que es básico tanto para la supervivencia de la especia humana, como para la organización social, así como un fundamento clave y esencial del trabajo productivo).

Pero volvamos a la noticia y lean directamente a Morán, pues creo que sobra cualquier comentario.

Carmen Morán. La mujer podrá ser cotitular de la explotación agraria familiar: Un decreto reconocerá la propiedad compartida para acabar con un vestigio machista en el campo - La mayoría de los negocios está a nombre del hombre El País, 10 de noviembre de 2008.

"Las mujeres del campo, que durante siglos han venido prestando sus manos a la tierra y atendiendo al ganado, ya no deben contestar a quien les pregunte que ellas no trabajan en nada, sólo porque no reciben un sueldo. Los papeles siempre han llegado a casa a nombre del marido, pero no tiene por qué ser así. Ellas podrán ahora ser cotitulares de las explotaciones agroganaderas, una figura que no estaba regulada para matrimonios ni parejas de hecho, y obtener su rendimiento del trabajo a partes iguales con su pareja. De esa forma podrán recibir una ayuda íntegra, como si fueran socias de la explotación, cuando emprendan su primera empresa. Y las administraciones públicas podrán establecer subvenciones, apoyos y otras medidas incentivadoras para promover la cotitularidad entre la pareja". (...)

(...) Si la tierra es de quien la trabaja, las vacas también. Pero esta mujer, de 47 años, aunque lleva un cuarto de siglo atendiendo al ganado y la gestión administrativa de la explotación, nunca ha figurado como propietaria. Todo está a nombre de su marido. Y él le tiene que firmar una autorización cada vez que va a las oficinas a solicitar ayudas o cualquier otro trámite. Preguntó si podía ponerse ella como cotitular para evitar este trago de que el marido le dé permiso. Pero no hay un formulario adaptado para ello, porque esa figura de cotitularidad no existe para un matrimonio. "En pleno siglo XXI y con la autorización del marido. No gano ni pierdo nada con la cotitularidad que he solicitado algunas veces, lo hago sólo para sentirme mejor", afirma minutos antes de empezar el ordeño de la tarde. "En la oficina me decían que si teníamos bienes gananciales para qué quería figurar como cotitular. Pues porque sí, pero no hay forma.

Cuando el nuevo real decreto sobre cotitularidad entre en vigor, esta ganadera tendrá una profesión sobre el papel, en lugar de un trabajo invisible que no consta en archivo alguno. Y puede que incluso el aparecer como cotitular pueda reportarle entonces ventajas económicas, pues el decreto permite favorecer estas explotaciones familiares cuando al menos un miembro de la pareja sea eso, miembra. (Las negritas son de esta amanuense bloguera, aunque debiera haber subrayado todo el texto. Miembras y miembros, lean la noticia entera. No tiene desperdicio.)

domingo, 9 de noviembre de 2008

De la exuberancia irracional a la depresión aguda: el efecto cocacola. Lenguaje y economía.

"Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado
anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero".
Francisco de Quevedo,
Letrilla: Don Dinero.

"Quiero fer una prosa en román paladino
en el qual suele el pueblo fablar a su vecino."
Gonzalo de Berceo, Vida de Santo Domingo de Silos.
El lenguaje económico está en plena efervescencia. En poco tiempo hemos pasado de la excitación financiera (que en román paladino aludía a la especulación pura y dura) a una recesión y estanflación críticas. A la exuberancia irracional de los mercados (frase pronunciada por el antiguo presidente de la Reserva Federal de EE.UU. Alan Greenspan, durante la burbuja de las puntocom) le siguió un breve período de apatía racional, y un desmadrado afán especulador que abandonó cualquier sensibilidad al riesgo y que finalmente ha desembocado en una depresión aguda. ¿Están preparados nuestros hospitales públicos y privados, con el suficiente número de profesionales en economía clínica, de expertos en psicología económica y de cirujanos de economía plástica, estética y reparadora? ¿A qué laboratorios se les encomendará separar los líquidos de los tóxicos? Y, si el paciente, finalmente la diña ¿existe un cuadro previsible de expertos en economía forense?

Hace ya años que retumba en mis oídos lingüísticos ese magnífico oxímoron del crecimiento negativo. Sin embargo, desde una perspectiva más lírica, la frase que siempre me ha parecido más poética es, sin duda, aquella del crecimiento orgánico basada en el cuento del crecimiento empresarial continuo. (lean aquí el mito: El crecimiento empresarial continuo y disfruten y gocen de otros términos como crecimiento inexpresivo, crecimiento decepcionante, etc.)

Acabo de descubrir en la red un magnífico diccionario de terminología económica. Se trata de LAP: Diccionario Dinámico de Vocablos, elaborado por Leopoldo Abadía. http://leopoldoabadia.blogspot.com/ En este diccionario utilísimo para curiosos, iniciados y no tanto, podremos obtener las claves para descubrir qué es un sudoku para el ministro Solbes, en qué consiste el pitufeo o cómo se especula con chinchorros. Sabremos qué es un Caballero blanco o un Ángel caído y, en fin, podremos tener todas las claves para comprender finalmente esas maravillosas narraciones mitológicas que han acompañado, desde hace poco más de cien años, a la ciencia económica.

Mucha gente ha oído hablar del efecto tequila, del efecto vozka o del efecto samba usados para aludir a las crisis financieras de México, Rusia o Brasil, pero pocas personas saben que existe una amplia y variada gama de efectos que abarcan desde el efecto escalón hasta el efecto mandíbula. E, incluso nos sorprenderá descubrir que hay un fenómeno económico con atributos artísticos denominado efecto Modigliani.

Es raro que ante esta crisis financiera global a nadie se le haya ocurrido hablar de efecto cocacola, por aquello de está en todas partes. Desde la pequeña tribuna de este blog, propongo este nuevo eufemismo para uso de los analistas, y de los miembros y miembras del G-20. Contar con un término preciso para definir este caos económico, social y ambiental que ha ocasionado el capitalismo global, puede facilitarles la tarea en la próxima cumbre de Washington.

James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clinton, dejó escrito a su jefe estos tres puntos programáticos, expuestos en un cartel colgado en las oficinas centrales de la campaña:

  • Cambio vs. más de lo mismo
  • La economía, estúpido
  • No olvidar el sistema de salud

Parece que Bill Clinton, tras ganar las elecciones, no hizo mucho caso a estos tres puntos y en vez de atender a las necesidades reales de la ciudadanía y el bienestar social, continuó con el ardor guerrero de Bush padre, bombardeando Iraq bajo la operación Zorro del Desierto. ¿Qué harán nuestros próceres y próceras (cancillera alemana y presidenta argentina) en la próxima reunión del G-20 en Sao Paulo para rediseñar el sistema financiero internacional? Si la intención de esta reunión, como indican, es superar la crisis sin afectar al libre mercado, ya me contarán cómo resuelven este otro magnífico e imposible oxímoron.

oxímoron (Diccionario RAE):
(Del gr. ὀξύμωρον).
1. m. Ret. Combinación en una misma estructura sintáctica de dos palabras o expresiones de significado opuesto, que originan un nuevo sentido; p. ej., un silencio atronador.

NOTA: Si queréis profundizar en el tema de la crisis económica, no os perdáis la lectura de estos textos de Leopoldo Abadía:

Y, por supuesto, podéis consultar los libros de Ramón Fernández Durán:

Ramón Fernández Durán. Capitalismo (financiero) global y Guerra permanente: El dólar, Wall Street y la guerra contra Irak. Barcelona, Virus Editorial, 2003. ISBN:10 8496044181; ISBN:13 9788496044180. Acceso al libro completo en pdf: Capitalismo (financiero) Global y Guerra permanente.

Ramón Fernández Durán. El tsunami urbanizador español y mundial. Barcelona, Virus Editorial, 2006. 88 pág. ISBN: 10 8496044726; ISBN:13 9788496044722. Acceso al libro completo en pdf: “El Tsunami urbanizador español y mundial”

jueves, 23 de octubre de 2008

El dinero y el lenguaje son construcciones sociales

El dinero y la economía, como el lenguaje, son construcciones sociales. Esta frase que desvela algo que hoy se nos muestra a todas luces oculto e impenetrable, pero que hace apenas unas décadas era una obviedad para la mayor parte de las personas ¿es demasiado simple? o, por el contrario, ¿demasiado subversiva?

Mucho cuidado con las nuevas recetas de los organizadores del nuevo desorden mundial que sólo pretenden prolongar la agonía, puesto que ciertas instituciones internacionales se reunirán para rearmar el nuevo desorden económico y financiero internacional con el objetivo de socializar las pérdidas y seguir alimentando el mercado especulativo transfiriendo las deudas a los Estados que podrían entrar en quiebra. Hay quienes pensamos que no se puede resucitar a los muertos, pero la terminología dominante echa mano del campo semántico de la salud y la enfermedad: recetas para paliar, aliviar o salvar la crisis, diágnosticos para entenderla, inyecciones de capital, transfusiones de liquidez, actuaciones preventivas, saneamiento de balances, dar oxígeno al sistema bancario, recuperación de la salud financiera, reanimación de la economía, rescates con carácter de urgencia, etc.

Cualquier solución, a mi modo de ver, pasa por abandonar el ciclo del dinero (crecer indefinidamente) y volver al ciclo de la vida (finito) como eje vertebrador de las economías domésticas, locales, regionales, nacionales, internacionales o globales. La economía debe estar al servicio de las personas y de las sociedades y no éstas al servicio de la economía.

Ante la abundante literatura-basura por parte de una nueva caterva de analistas económicos, políticos y mediáticos, merece la pena echar un vistazo al Blog de Marc Vidal que, en su entrada, El agujero islandés hace un interesante análisis de la crisis financiera producida en este pequeño, enriquecido y frío país. Pero, sin duda, lo más interesante es el debate generado al hilo de esta entrada del blog, donde los participantes analizan sin tapujos qué es el dinero, cómo opera o cuáles son las causas reales de la crisis del sistema.

También echen un vistazo a Pensamiento alternativo sobre la crisis financiera y ecológica mundial. Se trata de una primera respuesta de individuos, movimientos sociales y organizaciones no gubernamentales que apoyan un programa transicional para una transformación económica radical.

Y sobre una crisis de la que no se habla, la del pico del petróleo: El crepúsculo de la era trágica del petróleo edición completa en versión digital. Para quienes prefieran la lectura tradicional en formato libro totalmente analógico: FERNÁNDEZ DURÁN, Ramón. El crepúsculo de la era trágica del petróleo: Pico del oro negro y colapso financiero (y ecológico) mundial. Editorial Virus / Libros en Acción (Ecologistas en Acción), 2008, 84 pág.

"El fin de la Era del Petróleo está ya en el horizonte. Ese fin no acontecerá cuando se acabe el petróleo, sino bastante antes, cuando se inicie y profundice el declive de su oferta, a partir del llamado pico del petróleo, tal y como alerta este texto. Pero esta Era del Petróleo que hemos vivido especialmente en el siglo XX, y muy en concreto en su segunda mitad, una etapa de crecimiento económico espectacular que ha beneficiado a una minoría del planeta y que ha incrementado las desigualdades sociales y territoriales como nunca en la historia de la humanidad, ha sido también una era trágica. De ahí el título del libro. El petróleo ha estado íntimamente relacionado con los principales conflictos bélicos del pasado siglo, y por supuesto está estrechamente ligado con las nuevas guerras del recién iniciado siglo XXI (Irak, Afganistán, Sudán, etc.). El libro realiza un recorrido histórico por la explotación del petróleo y analiza cómo ésta ha estado relacionada con las grandes dinámicas geopolíticas, cuyas tensiones se han ido concentrando principalmente en torno a Oriente Medio, donde están dos tercios de las reservas mundiales de crudo restantes. El fuerte alza del precio del crudo desde el inicio del nuevo milenio y la subida espectacular de la cotización del barril en los últimos tiempos son indicadores de que la era del petróleo barato se ha acabado para siempre. Pero el declive energético que supondrá el pico del petróleo conllevará sin lugar a dudas el inicio de la era del decrecimiento. Un decrecimiento sin fondo y sin fin, como resalta el texto, sobre todo porque tras el pico del petróleo vendrá el del gas y luego el del carbón. El fin de la era de los combustibles fósiles muy probablemente implique el colapso del modelo civilizatorio que conocemos, que está chocando ya con los límites ecológicos del planeta. El presente libro apunta las claves para comprender la enorme trascendencia de los nuevos escenarios que se abren, y examina cómo las actuales estructuras de poder se preparan para abordarlos recurriendo a medidas cada vez más autoritarias y belicistas. Pero también se señalan las oportunidades que se nos abren con todo este marasmo para poder caminar hacia otros mundos posibles".

viernes, 4 de julio de 2008

Lenguaje y economía. Usos del lenguaje en la "ciencia económica"

Veamos hoy dos ejemplos que muestran, de forma paródica pero contundente, la importancia de los usos del lenguaje en la "ciencia económica".

The Last Laugh-George Parr-Subprime-subtitulos español. John Fortune & John Bird on the South Bank show. Parodia que explica la crisis subprime o crisis de las hipotecas basura, emitida el 14 de octubre de 2007.





Y sobre el tratamiento lingüístico y los eufemismos que algunos políticos han utilizado para referirse a la crisis económica sin nombrarla. La crisis 27-04-2008. Quequé.net. Quequé en Noche Hache. Emitido en Canal Plus TV.





Comparando estos dos ejemplos, vemos que nos queda mucho que aprender para hacer un humor fino, inteligente y crítico sin tener que recurrir al chiste fácil y al machismo rancio.