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domingo, 26 de abril de 2009

Semántica del discurso: la variable género. Una investigación sobre el sexismo semántico. Artículo de Mª Azucena Penas Ibáñez

En español existen estudios lingüísticos sobre sexismo léxico y sintáctico, sin embargo, son todavía muy escasos los estudios sobre sexismo semántico y pragmático. Hace 5 días se ha publicado en la revista electrónica LinRed-Lingüística en la Red (una publicación impulsada por el Departamento de Filología y del Área de Lengua Española de la Universidad de Alcalá), un interesante artículo que trata estos últimos aspectos y cuya autora es Mª Azucena Penas Ibáñez, Profesora Titular de Lengua Española de la Universidad Autónoma de Madrid. Además, la completa bibliografía que contiene el propio artículo es de sumo interés para quienes quieran profundizar en las relaciones entre género y lenguaje.
Estamos a la espera de la reacción de la Real Academia -quien todavía no reconoce el término género nada más que para referirse a género gramatical- para ver cómo designa y clasifica este tipo de estudios lingüísticos, cada vez más abundantes en el campo filológico.
La referencia bibliográfica es la siguiente:

Penas Ibáñez, Mª Azucena. "Semántica del discurso: La variable género. Una investigación sobre el sexismo semántico". Revista electrónica LinRed-Lingüística en la Red. Núm. 6, Año VI. 21-04-2009. http://www.linred.com/articulos_pdf/LR_articulo_07042009.pdf

Resumen (extraído del propio artículo):

El presente artículo, siguiendo la corriente investigadora de la Sociolingüística feminista en América del Norte (EE.UU., Québec y Montréal), estudia, desde el lenguaje de género, el sexismo lingüístico, tanto sintáctico como léxico, su caracterización gramatical, y aporta como novedad el estudio del sexismo semántico aplicado a cinco variantes discursivas, con estrechos lazos culturales entre ambas orillas (española; atlántica: argentina, panameña, mexicana; y mediterránea: marroquí), con el fin de ver cuáles son los universales antropológicos que el análisis pragmático y textual ofrece a través de tres principios semánticos: 1. el significado implícito por inferencia; 2. la oposición de antónimos explícitos: sintagmáticos y paradigmáticos; 3. el contraste o antítesis de términos homónimos y polísemos.

El procedimiento de reconstrucción de significado que se ha seguido es el siguiente: a. significado implícito inferencial → b. oposición de antónimos explícitos sintagmáticos → c. contraste o antítesis entre diferentes significados de términos homónimos → d. contraste o antítesis entre diferentes acepciones de términos polísemos → e. oposición de antónimos explícitos paradigmáticos.

Palabras clave: sexismo semántico, lenguaje de género, sociolingüística del discurso, significado implícito, antonimia, homonimia, polisemia.

sábado, 27 de diciembre de 2008

In albis

¿Qué diccionario asalto, qué tesauro descubro,
en qué oscuro y recóndito lexicón me aposto,
a qué voz embozada preparo una emboscada,
qué vocablo volátil, volaverunt, voceo?


¿Por qué esta muda ley obliga a la mudez?
¿Qué sino taciturno nos conduce al mutismo?
¿Qué lacónica lamia nos devora la labia?
¿Qué dios silente hermético nos dispone al silencio?
¿Qué Górgona espantosa hace pétrea la glosa?


Una lombriz inmensa mi lengua lujuriosa,
mariposas afónicas pululan en mi boca
y un vocablo suicida me cuelga de la úvula.


(Mientras, las fértiles gargantas
no cesan de parir abortos mudos)

María Jesús Lamarca Lapuente

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Optimismo responsable versus voluntarismo engañoso: Tanto monta, monta tanto.. pero ¿quién tiene el montante?

Si este blog tiene como objetivo el tratamiento de los usos lingüísticos, quizás se pregunten la insistencia de esta autora en meterse en veredas que no le corresponden, como son las peliagudas cuestiones de corte económico. No se trata únicamente de que la economía se haya convertido hoy en un tema de rabiosa actualidad mediática (y real), sino que en un mundo que en los últimos años ha tenido como fin y principio el motor económico, se ha desplegado un enorme entramado discursivo con el fin de construir -e interpretar- la realidad social. La creatividad desplegada en los últimos años en torno al lenguaje y los mensajes de tinte económico, ha conducido a que la economía haya sido uno de los campos que ha dado mayor juego retórico y semántico y a la instauración del lenguaje económico como uno de los pilares fundamentales de la mitología contemporánea. En suma, un verdadero filón para los objetivos de esta miembra.

Para muestra, recogemos aquí algunas perlas semánticas que hemos podido oír en los últimos días, con motivo de las ideas propuestas de cara a la Cumbre anticrisis que se celebrará en Washington.

Mientras Rajoy le pide a Zapatero que acuda a la cumbre financiera defendiendo la economía de mercado y las políticas de austeridad, advierte de que "no se puede liquidar la libertad económica" y apuesta por recuperar "conceptos en desuso como el esfuerzo, el trabajo, la disciplina y la responsabilidad individual" para afrontar la actual crisis económica y financiera; también afirma con su habitual desparpajo, para rubor de propias y extraños: "Frente a la ingeniería financiera, el trabajo; frente al aventurerismo, la prudencia; y frente al voluntarismo engañoso, el optimismo responsable". Como vemos, frases y recetas de una claridad precisa y de una concisión supinas y, sobre todo, un alarde retórico de altísimo valor expresivo y gran riqueza semántica cuyo contenido, como diría Bart Simpson, vendría a ser sinónimo de ¡Multiplícate por cero! En suma, la culpa fue del chachachá, o de Adán y Eva que nos transmitieron, a todos sus descendientes, el pecado original.

Nuestro otro gran estadista, el presidente Rodríguez Zapatero cuando no hablaba de crisis, sino de coyuntura económica, dificultades objetivas, crecimiento debilitado, situación seriamente adversa o desaceleración transitoria ahora más intensa, ya indicó hace un tiempo que una de las medidas a tomar sería declarar no disponibles 20 millones de euros de los Presupuestos Generales del Estado para aliviar las necesidades de liquidez de bancos y cajas, y que la Administración central reducirá un 70 por ciento la oferta de empleo público para 2009 y congelará los salarios de los altos cargos. Ahora propone un plan de austeridad y ofrece a los agentes sociales (CEOE y sindicatos) medidas que ayuden a paliar los efectos perversos que está teniendo la crisis sobre los ciudadanos, aunque promete que seguirá realizando una importante inyección de recursos públicos en la economía.

Por su parte, el ministro de economía Pedro Solbes, pide a los agentes sociales un poco de imaginación para formular propuestas de alta naturaleza en el marco del diálogo social.

Francisco J. Laporta ha publicado un artículo en El País titulado: El reino de la impunidad. En la economía de mercado hay desastres: hipotecas basura, artimañas financieras, quiebras, despidos, pobreza... pero nadie los ha causado, se han producido solos. Es el único espacio ajeno a la responsabilidad. El País, 12 de noviembre de 2008.

La mano invisible del mercado parece ser que ha estado sacando muchísima tajada y que cuando vienen mal dadas pide mayor control. Se diría que han dado la vuelta al calcetín -una vez vaciado- y que nos encontramos en el mundo al revés en el que la gran banca pide, a gritos, un mayor intervencionismo estatal. No es de extrañar puesto que, si has sido un zorro al cuidado del gallinero, conoces al dedillo las prácticas de los de tu calaña y desconfías de los otros zorros (con perdón de esta especie animal). La única mano invisible, pensamos muchas, es la que opera en los paraísos fiscales y esta sería una de las primeras medidas a adoptar: obligar a que estas manos firmen de puño y letra su nombre y apellidos y que declaren ante el fisco cómo han obtenido tales ganancias, con el fin de gravarlas con los correspondientes impuestos que les sean aplicables, caso de que se hayan obtenido de forma legal, o de aplicarles las medidas penales correspondientes, en caso contrario.

Por su parte, el gobernador general del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, cuyo modelo de control bancario y supervisión se pedirá que asuma el G-20, pide un esfuerzo a las empresas para que moderen sus márgenes de ganancias y no trasladen a sus costes el incremento de los precios de los productos que importan, para así no generar mayores tensiones inflacionistas. De paso, incidiendo en este control de la inflación, Fernández Ordóñez insistió también en la importancia de la moderación salarial.

Con estos mimbres, nos tememos quiénes van a pagar los platos rotos en esta interesante aventura, a la búsqueda de la refundación del capitalismo.

martes, 11 de noviembre de 2008

El efecto cocacola: crisis del capitalismo global

Hace dos días proponíamos desde este blog, denominar a la crisis financiera global como el efecto cocacola, por aquello de que se ha gestado en el corazón del Imperio (USA) y se ha extendido a todas partes, y como remedo a aquellas crisis financieras que azotaron México, Rusia y Brasil en la década de los noventa y que se denominaron el efecto tequila, vozka y samba, respectivamente.

La utilización del término efecto cocacola ayudará a los miembros (aquéllos que, según Rajoy, se visten por los piés) y miembras del G-20 (presidenta argentina y cancillera alemana) y les facilitará la tarea en la próxima cumbre de Washington donde diseñarán la nueva arquitectura de las finanzas planetarias.

Parece ser que se les han caído los naipes y se ha derrumbado el chiringuito global. Se echa la culpa a unos cuantos clientes de muy baja solvencia (pobres, parados, negros, etc.) que adquirieron hipotecas basura y a otros tantos de muy alta solvencia (brokers, agencias financieras, blancos de cuello ídem, etc.) que cobraban sueldos millonarios, viajaban en jets privados y empaquetaban las hipotecas basura junto con otros productos financieros para edulcorar y calificar la cosa como productos financieros titulizados con nombres rimbombantes y perspectivas de alto chollo. Sin embargo y a fin de cuentas, los crupieres sólo distribuyen el juego, cobran y pagan a los jugadores. Son los dueños del casino los que ponen las reglas.

El quid de la cuestión radicará en poner sobre la mesa las cartas y descubrir quiénes son los amos del casino. Además de preguntarse que, si la economía financiera nos repercute a todos, individuos, sociedades y miembros y miembras del planeta puesto que todas nos vemos obligadas a jugar en él ¿por qué sólo unos cuántos deciden? ¿Se puede dejar el chiringuito en manos de organismos e instituciones de dudosa configuración democrática? Léase grandes corporaciones empresariales, conglomerados de países -sin existencia jurídica, pero con poderío económico y militar- que dicen manejar el cotarro, y otros organismos financieros y económicos internacionales.

domingo, 9 de noviembre de 2008

De la exuberancia irracional a la depresión aguda: el efecto cocacola. Lenguaje y economía.

"Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado
anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero".
Francisco de Quevedo,
Letrilla: Don Dinero.

"Quiero fer una prosa en román paladino
en el qual suele el pueblo fablar a su vecino."
Gonzalo de Berceo, Vida de Santo Domingo de Silos.
El lenguaje económico está en plena efervescencia. En poco tiempo hemos pasado de la excitación financiera (que en román paladino aludía a la especulación pura y dura) a una recesión y estanflación críticas. A la exuberancia irracional de los mercados (frase pronunciada por el antiguo presidente de la Reserva Federal de EE.UU. Alan Greenspan, durante la burbuja de las puntocom) le siguió un breve período de apatía racional, y un desmadrado afán especulador que abandonó cualquier sensibilidad al riesgo y que finalmente ha desembocado en una depresión aguda. ¿Están preparados nuestros hospitales públicos y privados, con el suficiente número de profesionales en economía clínica, de expertos en psicología económica y de cirujanos de economía plástica, estética y reparadora? ¿A qué laboratorios se les encomendará separar los líquidos de los tóxicos? Y, si el paciente, finalmente la diña ¿existe un cuadro previsible de expertos en economía forense?

Hace ya años que retumba en mis oídos lingüísticos ese magnífico oxímoron del crecimiento negativo. Sin embargo, desde una perspectiva más lírica, la frase que siempre me ha parecido más poética es, sin duda, aquella del crecimiento orgánico basada en el cuento del crecimiento empresarial continuo. (lean aquí el mito: El crecimiento empresarial continuo y disfruten y gocen de otros términos como crecimiento inexpresivo, crecimiento decepcionante, etc.)

Acabo de descubrir en la red un magnífico diccionario de terminología económica. Se trata de LAP: Diccionario Dinámico de Vocablos, elaborado por Leopoldo Abadía. http://leopoldoabadia.blogspot.com/ En este diccionario utilísimo para curiosos, iniciados y no tanto, podremos obtener las claves para descubrir qué es un sudoku para el ministro Solbes, en qué consiste el pitufeo o cómo se especula con chinchorros. Sabremos qué es un Caballero blanco o un Ángel caído y, en fin, podremos tener todas las claves para comprender finalmente esas maravillosas narraciones mitológicas que han acompañado, desde hace poco más de cien años, a la ciencia económica.

Mucha gente ha oído hablar del efecto tequila, del efecto vozka o del efecto samba usados para aludir a las crisis financieras de México, Rusia o Brasil, pero pocas personas saben que existe una amplia y variada gama de efectos que abarcan desde el efecto escalón hasta el efecto mandíbula. E, incluso nos sorprenderá descubrir que hay un fenómeno económico con atributos artísticos denominado efecto Modigliani.

Es raro que ante esta crisis financiera global a nadie se le haya ocurrido hablar de efecto cocacola, por aquello de está en todas partes. Desde la pequeña tribuna de este blog, propongo este nuevo eufemismo para uso de los analistas, y de los miembros y miembras del G-20. Contar con un término preciso para definir este caos económico, social y ambiental que ha ocasionado el capitalismo global, puede facilitarles la tarea en la próxima cumbre de Washington.

James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clinton, dejó escrito a su jefe estos tres puntos programáticos, expuestos en un cartel colgado en las oficinas centrales de la campaña:

  • Cambio vs. más de lo mismo
  • La economía, estúpido
  • No olvidar el sistema de salud

Parece que Bill Clinton, tras ganar las elecciones, no hizo mucho caso a estos tres puntos y en vez de atender a las necesidades reales de la ciudadanía y el bienestar social, continuó con el ardor guerrero de Bush padre, bombardeando Iraq bajo la operación Zorro del Desierto. ¿Qué harán nuestros próceres y próceras (cancillera alemana y presidenta argentina) en la próxima reunión del G-20 en Sao Paulo para rediseñar el sistema financiero internacional? Si la intención de esta reunión, como indican, es superar la crisis sin afectar al libre mercado, ya me contarán cómo resuelven este otro magnífico e imposible oxímoron.

oxímoron (Diccionario RAE):
(Del gr. ὀξύμωρον).
1. m. Ret. Combinación en una misma estructura sintáctica de dos palabras o expresiones de significado opuesto, que originan un nuevo sentido; p. ej., un silencio atronador.

NOTA: Si queréis profundizar en el tema de la crisis económica, no os perdáis la lectura de estos textos de Leopoldo Abadía:

Y, por supuesto, podéis consultar los libros de Ramón Fernández Durán:

Ramón Fernández Durán. Capitalismo (financiero) global y Guerra permanente: El dólar, Wall Street y la guerra contra Irak. Barcelona, Virus Editorial, 2003. ISBN:10 8496044181; ISBN:13 9788496044180. Acceso al libro completo en pdf: Capitalismo (financiero) Global y Guerra permanente.

Ramón Fernández Durán. El tsunami urbanizador español y mundial. Barcelona, Virus Editorial, 2006. 88 pág. ISBN: 10 8496044726; ISBN:13 9788496044722. Acceso al libro completo en pdf: “El Tsunami urbanizador español y mundial”

jueves, 23 de octubre de 2008

El dinero y el lenguaje son construcciones sociales

El dinero y la economía, como el lenguaje, son construcciones sociales. Esta frase que desvela algo que hoy se nos muestra a todas luces oculto e impenetrable, pero que hace apenas unas décadas era una obviedad para la mayor parte de las personas ¿es demasiado simple? o, por el contrario, ¿demasiado subversiva?

Mucho cuidado con las nuevas recetas de los organizadores del nuevo desorden mundial que sólo pretenden prolongar la agonía, puesto que ciertas instituciones internacionales se reunirán para rearmar el nuevo desorden económico y financiero internacional con el objetivo de socializar las pérdidas y seguir alimentando el mercado especulativo transfiriendo las deudas a los Estados que podrían entrar en quiebra. Hay quienes pensamos que no se puede resucitar a los muertos, pero la terminología dominante echa mano del campo semántico de la salud y la enfermedad: recetas para paliar, aliviar o salvar la crisis, diágnosticos para entenderla, inyecciones de capital, transfusiones de liquidez, actuaciones preventivas, saneamiento de balances, dar oxígeno al sistema bancario, recuperación de la salud financiera, reanimación de la economía, rescates con carácter de urgencia, etc.

Cualquier solución, a mi modo de ver, pasa por abandonar el ciclo del dinero (crecer indefinidamente) y volver al ciclo de la vida (finito) como eje vertebrador de las economías domésticas, locales, regionales, nacionales, internacionales o globales. La economía debe estar al servicio de las personas y de las sociedades y no éstas al servicio de la economía.

Ante la abundante literatura-basura por parte de una nueva caterva de analistas económicos, políticos y mediáticos, merece la pena echar un vistazo al Blog de Marc Vidal que, en su entrada, El agujero islandés hace un interesante análisis de la crisis financiera producida en este pequeño, enriquecido y frío país. Pero, sin duda, lo más interesante es el debate generado al hilo de esta entrada del blog, donde los participantes analizan sin tapujos qué es el dinero, cómo opera o cuáles son las causas reales de la crisis del sistema.

También echen un vistazo a Pensamiento alternativo sobre la crisis financiera y ecológica mundial. Se trata de una primera respuesta de individuos, movimientos sociales y organizaciones no gubernamentales que apoyan un programa transicional para una transformación económica radical.

Y sobre una crisis de la que no se habla, la del pico del petróleo: El crepúsculo de la era trágica del petróleo edición completa en versión digital. Para quienes prefieran la lectura tradicional en formato libro totalmente analógico: FERNÁNDEZ DURÁN, Ramón. El crepúsculo de la era trágica del petróleo: Pico del oro negro y colapso financiero (y ecológico) mundial. Editorial Virus / Libros en Acción (Ecologistas en Acción), 2008, 84 pág.

"El fin de la Era del Petróleo está ya en el horizonte. Ese fin no acontecerá cuando se acabe el petróleo, sino bastante antes, cuando se inicie y profundice el declive de su oferta, a partir del llamado pico del petróleo, tal y como alerta este texto. Pero esta Era del Petróleo que hemos vivido especialmente en el siglo XX, y muy en concreto en su segunda mitad, una etapa de crecimiento económico espectacular que ha beneficiado a una minoría del planeta y que ha incrementado las desigualdades sociales y territoriales como nunca en la historia de la humanidad, ha sido también una era trágica. De ahí el título del libro. El petróleo ha estado íntimamente relacionado con los principales conflictos bélicos del pasado siglo, y por supuesto está estrechamente ligado con las nuevas guerras del recién iniciado siglo XXI (Irak, Afganistán, Sudán, etc.). El libro realiza un recorrido histórico por la explotación del petróleo y analiza cómo ésta ha estado relacionada con las grandes dinámicas geopolíticas, cuyas tensiones se han ido concentrando principalmente en torno a Oriente Medio, donde están dos tercios de las reservas mundiales de crudo restantes. El fuerte alza del precio del crudo desde el inicio del nuevo milenio y la subida espectacular de la cotización del barril en los últimos tiempos son indicadores de que la era del petróleo barato se ha acabado para siempre. Pero el declive energético que supondrá el pico del petróleo conllevará sin lugar a dudas el inicio de la era del decrecimiento. Un decrecimiento sin fondo y sin fin, como resalta el texto, sobre todo porque tras el pico del petróleo vendrá el del gas y luego el del carbón. El fin de la era de los combustibles fósiles muy probablemente implique el colapso del modelo civilizatorio que conocemos, que está chocando ya con los límites ecológicos del planeta. El presente libro apunta las claves para comprender la enorme trascendencia de los nuevos escenarios que se abren, y examina cómo las actuales estructuras de poder se preparan para abordarlos recurriendo a medidas cada vez más autoritarias y belicistas. Pero también se señalan las oportunidades que se nos abren con todo este marasmo para poder caminar hacia otros mundos posibles".

sábado, 5 de julio de 2008

La representación de la realidad a través del lenguaje

"Solo podemos representar la realidad desde un punto de vista, pero la realidad ontológicamente objetiva no tiene punto de vista".

John R. Searle: "La construcción de la realidad social".


El lenguaje contiene entidades que simbolizan y, en el lenguaje, existen palabras, símbolos y otros mecanismos convencionales que significan o expresan algo, o que representan algún concepto que está más allá de ellos mismos.

Así pues, las palabras significan, simbolizan y representan, y lo hacen de un modo que es públicamente comprensible. Todas las personas vivimos en el mismo mundo, sin embargo, el mundo contiene distintos aspectos que tienen que ver con disciplinas más o menos objetivas como la física, la química o las ciencias naturales, pero también con disciplinas humanas como la política, la sociología, la psicología o la economía. ¿De qué manera pueden seres biológicos, como los humanos, crear una realidad social objetiva?

Profundicemos hoy en la gran complejidad que encubren las acciones humanas y cómo se construyen las instituciones sociales basadas únicamente en el hábito y la costumbre. En suma, veamos cómo se construye la realidad social a través de la mirada de John Searle, profesor de filosofía en la Universidad de Berkeley, California y uno de las personas que más ha contribuido a aclarar las bases de la filosofía del lenguaje, la filosofía de la mente y la filosofía de la sociología actuales.

Para este autor, no hay oposición entre lo mental y lo físico, pues lo mental es simplemente un conjunto de rasgos físicos del cerebro a un nivel superior de la descripción neuronal; como tampoco hay oposición entre la biología y la cultura, pues la cultura es la forma que cobra la biología en los seres humanos. Las diferentes culturas no son sino diferentes formas en que puede manifestarse una subestructura biológica subyacente. Searle busca una historia que vaya de la biología a una ontología que incluya las normas culturales e institucionales, porque cree que no puede haber una ruptura radical y afirma que No es sorprendente que los términos de conexión entre la biología y la cultura sean la consciencia y la intencionalidad.

"Lo que resulta especial en la cultura es la manifestación de intencionalidad colectiva, y en particular, la asignación colectiva de funciones a fenómenos, siendo así que las funciones no pueden ser cumplidas meramente en virtud de puros rasgos físicos de los fenómenos. Desde los billetes de dólar hasta las catedrales, y desde los partidos de fútbol hasta los Estados-nación, constantemente nos encontramos con nuevos hechos en los que los hechos rebasan los rasgos físicos de la realidad física subyacente.

Sin embargo, aunque hay un continuun de la química de neurotransmisores como la serotonina y la norepinefrina hasta el contenido de estados mentales como la creencia de que Proust es mejor novelista que Balzac, los estados mentales se distinguen de otros fenómenos físicos en que son o conscientes o potencialmente conscientes. Cuando no hay acceso a la consciencia, al menos en principio, no hay estados mentales. Análogamente, aunque hay un hilo de continuidad entre la conducta colectiva de los leones que atacan hienas y la toma de decisiones institucionales de la Corte Suprema, las estructuras institucionales poseen un rasgo especial, a saber: el simbolismo. La capacidad biológica para hacer que algo simbolice -o signifique, o exprese- otra cosa distinta es la capacidad básica que subyace no sólo al lenguaje, sino a todas las demás formas de realidad institucional. El lenguaje mismo es una estructura institucional, porque entraña la imposición de un tipo especial de función a entidades físicas brutas que no guardan relación natural alguna con esa función. Ciertos tipos de sonidos o de marcas cuentan como palabras y sentencias, y ciertos tipos de expresiones cuentan como actos de habla. La función agentiva es la de representar, en uno u otro de los posibles modos de actos de habla, objetos y estados de cosas en el mundo. Los agentes que pueden hacer eso colectivamente reúnen la precondición esencial para cualesquiera otras estructuras institucionales: dinero, propiedad, matrimonio, gobierno y universidades; todo eso existe por la mediación de formas de acuerdo humano que entrañan de una manera esencial la capacidad de simbolización".

Desde hace algunos años, las mujeres han emprendido una larga y dura batalla para que se las nombre en femenino. Queremos ser juezas, médicas, bedelas, presidentas, miembras, arquitectas, etc.

Les aseguro que desde un punto de vista subjetivo (se trata de una experiencia que únicamente pueden vivir las mujeres en carne propia, y no los hombres), es muy desconcertante y desilusionante realizar unos estudios y recibir al final un título donde consta Fulanita De Tal, Licenciado; con el que no te sientes en absoluto identificada ni reconocida. O ser llamada médico y no reconocerte en este término. Como individuos, todos y cada una buscamos un reconocimiento social y, como colectivo históricamente olvidado, no sólo las mujeres necesitan este reconocimiento, sino que debiera ser una obligación social, ética y moral acabar de una vez por todas con la injusticia histórica e, incluso, reconocer la deuda histórica que tiene la sociedad en su conjunto con el colectivo de mujeres del que forman parte la mitad de los seres humanos y al que no se le ha permitido ocupar un papel relevante en la sociedad, en los mismos términos de derechos y deberes que sí se les ha reconocido al colectivo masculino.

¿Por qué queremos llamarnos miembras? se preguntan asombrados gran número de varones y aducen que, por lo mismo, habría que hablar de taxistos, electricistos, peridodistos, futbolistos, coleccionistos, impresionistos, marxistos, etc; cuando es bien sabido que la construcción con el sufijo -ista no presenta ningún problema a los varones, sino todo lo contrario ya que está bien arraigada en la conciencia de los hablantes que este sufijo se utiliza para la formación de derivados con el significado de tiene la profesión, oficio u ocupación de, o es partidario, seguidor o simpatizante de. Es pauta general que el masculino y el femenino de estos sustantivos con el sufijo -ista se forme con los artículos el/la, respectivamente, pues es sustantivo de género común y no existen excepciones a la norma excepto en el caso de modisto, por lo que no existen otros casos con los que se pueda hacer analogía para sustituir la -a por una forma masculina en -o. (En otra ocasión trataremos con profundidad el caso concreto del sustantivo modista, que se hizo femenino apoyado en su terminación con artículo femenino la modista y creó un masculino en -o: el modisto y del cual algunos miembros varones de la profesión reniegan y existe una marcada tendencia por parte de los mismos profesionales a restablecer la forma del masculino regresivo el modista).

De la misma manera, los nombres que acaban en -a para referirse a profesiones, cargos o actividades humanas son, en su inmensa mayoría, comunes en cuanto al género: el/la atleta, el/la cineasta, el/la logopeda, el/la pediatra. En algunos casos, por razones etimológicas, el femenino presenta la terminación culta -isa: como en profetisa o papisa. Y, en el caso de poeta, existen ambas posibilidades: la poeta/poetisa.

Sin embargo, aquellos nombres cuya forma masculina acaba en -o forman normalmente el femenino sustituyendo esta vocal por una -a: bombero/bombera, médico/médica, ministro/ministra, ginecólogo/ginecóloga, etc; De ahí que sea perfectamente posible utilizar miembro/miembra por analogía; aunque hay excepciones, como piloto, modelo o testigo, que funcionan como comunes: el/la piloto, el/la modelo, el/la testigo.

Quizás, la siguiente frase de Searle, sirva para encender alguna bombilla:

"En el caso de muchas funciones agentivas -no todas- resulta razonablemente fácil decir qué objetos son sillas, mesas, martillos y destornilladores, porque podemos inferir la función de su estructura física. Pero cuando se trata de dinero, de maridos, de profesores de universidad o de fincas privadas, no se puede inferir la función del status de las puras propiedades físicas. Se necesitan rótulos".

La cuestión es que muchas mujeres queremos rótulos también en femenino porque somos licenciadas, doctoras, bedelas, médicas, juezas, presidentas y miembras.

Una actitud simbólica de reconocimiento hacia las mujeres como muestra de que la ciudad también las tiene en consideración, es la utilización de ideogramas de mujer e iconos femeninos en la señalización viaria. Esta ha sido, por ejemplo, la iniciativa municipal de tres ciudades españolas: Fuenlabrada (Madrid), Sagunto (Valencia) y La Coruña, que han instalado semáforos con figuras de mujer en su señal luminosa. En algunos casos la señal luminosa intercala una figura femenina y otra masculina. Son pequeños gestos y actos simbólicos, pero que tienen su importancia.

viernes, 4 de julio de 2008

Lenguaje y economía. Usos del lenguaje en la "ciencia económica"

Veamos hoy dos ejemplos que muestran, de forma paródica pero contundente, la importancia de los usos del lenguaje en la "ciencia económica".

The Last Laugh-George Parr-Subprime-subtitulos español. John Fortune & John Bird on the South Bank show. Parodia que explica la crisis subprime o crisis de las hipotecas basura, emitida el 14 de octubre de 2007.





Y sobre el tratamiento lingüístico y los eufemismos que algunos políticos han utilizado para referirse a la crisis económica sin nombrarla. La crisis 27-04-2008. Quequé.net. Quequé en Noche Hache. Emitido en Canal Plus TV.





Comparando estos dos ejemplos, vemos que nos queda mucho que aprender para hacer un humor fino, inteligente y crítico sin tener que recurrir al chiste fácil y al machismo rancio.

jueves, 26 de junio de 2008

La importancia de llamarse miembra

Decía Wittgenstein que una nueva palabra es como una semilla fresca que se arroja al terreno de la discusión. También afirmaba el filósofo vienés, en un hondo y preci(o)so aforismo, que luchamos con el lenguaje y estamos en lucha con el lenguaje. Para que podamos hablar sobre el mundo, los objetos no son nada hasta que, una vez nombrados, entren en la gran armonía universal tejida por el lenguaje. Es el nombre quien da vida al objeto.

"Los animales acuden al oír su nombre. Lo mismo que los hombres". (Ludwig Wittgenstein, Aforismos, cultura y valor. Madrid, Espasa Calpe, 1996.)

De ahí surge la necesidad de poner en palabras lo femenino, algo que es, pero cuya existencia se vela continuamente o se vuelve opaca al entendimiento al no ser nombrada.

Bien es sabido que en la filosofía de Wittgenstein pueden distinguirse dos etapas. La primera, reflejada en el Tractatus logico-philosophicus (1921-1922), pretende dar una salida a los problemas que el positivismo clásico todavía no había resuelto en relación a las matemáticas, la ciencia y la filosofía. La filosofía no es un saber, sino una actividad, y su finalidad es aclarar las proposiciones. De ahí que en esta etapa, la filosofía para el autor, se circunscriba a un análisis del lenguaje.

La segunda etapa filosófica de Wittgenstein queda definida por sus obras Cuaderno azul (contenido de las clases que dictó en Cambridge 1933-34 y cuyas copias los alumnos encuadernaron con pastas azules) y Cuaderno marrón (notas dictadas a dos de sus alumnos en 1934-35) e Investigaciones filosóficas (1953). Estas obras dieron origen a la llamada filosofía analítica, que centra su reflexión en el estudio del lenguaje como un modo de resolver los problemas filosóficos. La tarea de la filosofía no consiste en corregir el uso ordinario del lenguaje, sino en comprender su funcionamiento de forma adecuada, lo que resolverá por disolución los problemas filosóficos tradicionales.

Ya en esta segunda etapa, Wittgenstein reconoce que en el lenguaje ordinario la función descriptiva es una de las tantas funciones del lenguaje y que, por tanto, el dominio del significado es mucho más vasto que el de la referencia. El sentido de una proposición o el significado de una palabra es su función y está determinado por el uso que se haga de ella, es decir, por el contexto al cual pertenezca. En resumen, el criterio referencial del significado es reemplazado por el criterio pragmático del significado.

Veamos ahora uno de los usos de la palabra miembras. Para ello, hemos extraído esta perla de las hemerotecas: Las miembras virilas, una perla que no destila nácar, sino testosterona. Perdonen por traer a colación aquí semejante desvarío mental, y analicen cómo una simple palabra genera fantasmas, crea imágenes que desplazan el sentido de una palabra de un dominio semántico a otro (de la séptima acepción a la segunda), para desembocar en una simbolización absurda producida por un pánico infundado a la castración. Juzguen Vds. mismas. ABC, 3-2-2007.

Para quitarnos el mal sabor de boca, disfrutemos con Óscar Wilde, y ejercitemos el humor, la inteligencia y la fina ironía que rezuma La importancia de llamarse Ernesto: Comedia trivial para gente seria. Tres meses después de su estreno, Wilde fue condenado, acusado de comportamiento indecente y sodomía, a dos años de trabajos forzados en la cárcel de Reading tras un proceso turbio, promovido por el padre de Alfred Douglas (amante de Wilde).

El poema "Dos Amores", escrito en 1882, fue utilizado en el proceso contra Wilde. Este poema termina con un famoso verso que se refiere a la homosexualidad: the love that dare not speak its name (el amor que no se atreve a decir su nombre).

sábado, 14 de junio de 2008

Nace el blog MIEMBRAS. Acción y reflexión sobre los usos del lenguaje en la sociedad actual

Este blog nace con una vocación lingüística. No se trata de alumbrar una palabra, dar vida a un modo de decir o utilizar una nueva expresión. Tampoco de inventar y lanzar un neologismo, sino de potenciar y analizar la introducción de un morfema de género para un término léxico en una de sus definiciones concretas miembro-a (en su acepción de personas que forman parte de un conjunto o comunidad) con el fin de que los hablantes hagan un uso lingüístico que actualmente está considerado como ilegítimo por los puristas del idioma y que no está incluido en los diccionarios, para hacer un seguimiento pormenorizado de la evolución y uso de esta palabra, así como de todas las cuestiones lingüísticas y extralingüísticas asociadas.

La lengua es un sistema complejo que abarca diferentes aspectos: fonéticos, morfológicos, léxicos, semánticos, pragmáticos, etc. A través de la semántica y de la pragmática se complica aun más el estudio de la lengua ya que por medio de estas disciplinas, la lengua entra en contacto con las demás disciplinas del mundo físico, mental y social. En el lenguaje intervienen cuestiones meramente lingüísticas, pero también creencias, actitudes y conocimientos de los hablantes, situaciones y principios comunicativos que rigen la conversación y, además del contexto lingüístico en que se pronuncia un enunciado o en el que se desarrolla o evoluciona una palabra, influyen otras muchas cuestiones extralingüísticas.

Así pues, este blog es una plataforma para catapultar el uso del término "miembra", generalizarlo entre los hablantes que quieran participar en este experimento y reflexionar de forma individual y conjunta sobre las reacciones lingüísticas, ideológicas, afectivas, identitarias, políticas, simbólicas, etc. que a los usuarios de este blog nos provoca. Analizaremos también los posicionamientos y reacciones del mundo político, académico, mediático y las posturas de diversos colectivos sociales para tener una idea clara y fundadada sobre los usos del lenguaje como producto del paisanaje ideológico y como instrumento para la intervención social.

La publicación de este blog con la denominación de miembras hace que este término aparezca fijado en la literatura escrita. De la misma forma, desde que la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, utilizó esta palabra en su primera comparecencia en el Congreso, han corrido ríos -y no sólo de tinta- en los medios de comunicación tanto impresos como en la red, que se han hecho eco de la palabra miembras.

Recordemos que en los últimos años se han producido importantes cambios terminológicos y gramaticales en cuanto al género de los sustantivos que designan seres animados y personas (pues la gramática también atiende al sexo del referente y no sólo al significado y al significante lingüísticos), y muchos de los sustantivos que, tradicionalmente eran comunes en cuanto al género (el jefe/la jefe, el presidente/la presidente, etc.), han desarrollado un femenino en -a cuando nos referimos a profesiones, cargos, títulos o actividades humanas (jefe/jefa, presidente/presidenta, cliente/clienta, ministro/ministra, médico/médica, sastre/sastra, bombero/bombera, ginecólogo/ginecóloga, concejal/concejala, juez/jueza, etc.). En estos procesos lingüísticos han tenido que ver cambios sociales tales como la incorporación de las mujeres a estos trabajos, tradicionalmente masculinos; cambios en la mentalidad de las personas, como la percepción que tenían muchas mujeres -y hombres- de que tales denominaciones en sus formas invariables no servían para identificarlas de forma eficaz, no las incluían de forma plena o no se sentían autodefinidas por ellas, por lo que era preciso habilitar y utilizar las formas femeninas; cambios semánticos, como el uso generalizado por parte de los hablantes a los que las formas femeninas ya no causaban "extrañeza" y cambios normativos, como su aceptación por parte de la Academia, lo que condujo a la introducción de las formas femeninas en los diccionarios.

Como afirmaba Andrés Bello en su Gramática de la lengua castellana, refiriéndose a la terminación femenina de los sustantivos: "El estudio del uso es bastante vario y caprichoso" y "Para determinar el género de los sustantivos debe atenderese ya al significado, ya a la terminación".

De igual forma, el Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE al tratar la cuestión del género de los sustantivos y, en concreto, la formación del femenino en profesiones, cargos, títulos o actividades humanas, destaca: Aunque en el modo de marcar el género femenino en los sustantivos que designan profesiones, cargos, títulos o actividades influyen tanto cuestiones puramente formales —la etimología, la terminación del masculino, etc.— como condicionamientos de tipo histórico y sociocultural, en especial el hecho de que se trate o no de profesiones o cargos desempeñados tradicionalmente por mujeres, se pueden establecer las siguientes normas, atendiendo únicamente a criterios morfológicos (Ver criterios.) .

Si comienza a utilizarse el término con el morfema de género -a de forma consciente en la lengua escrita y de forma consciente o inconsciente en la lengua hablada, si se logra que se generalice su uso aunque, paradójicamente sea con el único fin de denostarlo, pudiera producirse el hecho de que esta palabra, se convierta en un término de uso generalizado y los puristas y guardianes del lenguaje no pudieran impedir su inclusión en el Diccionario de la Real Academia Española (D.R.A.E.).

María Moliner en su Diccionario de uso del español se refería de esta forma no ya a las palabras derivadas, sino a lo neologismos:

"En cuanto a neologismos de lenguaje general, teniendo en cuenta que la Academia acaba por dar entrada en el léxico oficial a todos los que, sometidos a la prueba de una espera más o menos larga, a veces excesivamente larga, se acreditan de adiciones estables al habla, ha parecido que no debían excluirse de un diccionario 'de uso' los que ya llevan en esa espera un tiempo prudencial, si bien como en el caso de las acepciones nuevas, haciendo constar que no figuran en el D.R.A.E. y, en su caso, que figuran en el 'Diccionario Manual'. En efecto, la posición purista a ultranza es insostenible: Si la Academia no inventa en ningún caso las palabras que decide incorporar a cada nueva edición, sino que se limita a dar patente de legitimidad con esa inclusión a las que han brotado espontáneamente entre los hablantes, es evidente que, si estos fueran todos escrupulosos puristas, el D.R.A.E. tendría en su última edición exactamente las mismas voces de ediciones anteriores o recogidas en algún rincón rural. Es seguro que personas para las que ha constituido casi una razón de existencia la evitación y persecución de palabras tales como 'control' o 'entrenamiento', han debido de experimentar un profundo sentimiento de frustración al verlas cómodamente instaladas en el léxico oficial. Lo insostenible de tal posición purista se hace más patente cuando, como ocurre en la mayoría de los casos, las palabras o expresiones vetadas proceden de la herencia común latina y, el negarse hoscamente a emplear un recurso ofrecido por esta herencia del que se siente necesidad, solamente porque otro de los herederos se ha anticipado a sacar provecho de él, es puerilidad o reparo de hidalgo picajoso". María Moliner: Diccionario de uso del español.

Según el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española (DRAE), 22 ed. 2001, la palabra miembro (Del lat. membrum) tiene varias acepciones:
  1. m. Cada una de las extremidades del hombre o de los animales articuladas con el tronco.
  2. m. pene.
  3. m. Parte de un todo unida con él.
  4. m. Parte o pedazo de una cosa separada de ella.
  5. m. Arq. Cada una de las partes principales de un orden arquitectónico o de un edificio.
  6. m. Mat. Cada una de las dos expresiones de una ecuación separadas por el signo de igualdad o de desigualdad.
  7. com. Individuo que forma parte de un conjunto, comunidad o cuerpo moral.

~ podrido.1. m. Sujeto separado de una comunidad o indigno de ella por sus culpas.

~ viril.1. m. Pene del hombre.

Es en la séptima acepción: Individuo que forma parte de un conjunto, comunidad o cuerpo moral, donde muchas mujeres reclaman para sí un uso del morfema femenino al no sentirse identificadas con la terminación -o y por encontrar este término muy poco preciso cuando se refieren a sí mismas o a un grupo de mujeres como miembros de una comunidad, asociación, grupo, etc. En los últimos años, bien es verdad que en determinados círculos, pero de forma cada vez más creciente, ha comenzado a producirse cierta vacilación entre el uso de miembros/as y muchas mujeres emplean las formas femeninas miembra/as para referirse a sí mismas o a las personas que forman parte de un conjunto, comunidad o colectivo.

La lengua sirve para designar, nombrar y definir las cosas, para expresar ideas, para conceptuarlas o para realizar verbalmente cualquier acto expresivo. La lengua forma parte de la identidad de los individuos y de las sociedades. Es también la forma de expresión y comunicación más genuinamente humana. Las palabras y expresiones que componen una lengua tienen un momento presente y una historia que se puede rastrear. Las palabras tienen vida: nacen, crecen, se desarrollan, mueren, etc. En esta evolución a lo largo del tiempo, un vocablo va adquiriendo nuevos y distintos usos, nuevos significados. Las palabras se visten de matices y connotaciones emocionales, afectivas, expresivas, valorativas, ideológicas, morales, éticas, etc. A veces la única explicación para que no se admita una palabra es que es malsonante, rara al oído, se considera ofensiva o tabú, etc. Sin embargo, otras muchas, no admitir o no querer usar una palabra esconde secretas o visibles intenciones y valoraciones de las que no somos conscientes, sirve para apoyar juicios morales o se sustenta en posiciones ideológicas de muy diversa índole. Las palabras sufren, pues, transformaciones morfológicas y cambios semánticos derivados de causas históricas y causas sociales.

Esto es, por ejemplo, lo que ha ocurrido con la palabra modisto (m. hombre que tiene por oficio hacer prendas de vestir), término incorporado al diccionario de la RAE en el año 2001 y con entrada propia, cuando en la edición de 1992 sólo existía el sustantivo de género común modista (persona que tiene por oficio hacer prendas de vestir). En este caso, creemos recordar que no se armó tanto revuelo y la Academia se apresuró a recoger el término aunque su uso no está todavía generalizado puesto que, actualmente, se sigue produciendo cierta vacilación entre las formas modisto/a para referirse a los varones cuyo oficio es hacer prendas de vestir.

Hasta ahora, creemos que no se ha llevado a cabo un experimento de este tipo: lanzar un uso nuevo de una palabra para generalizar su utilización de forma consciente y deliberada. Cierto es que muchos vocablos se crean de forma artificial y se establece por consenso su uso y se extiende y perpetúa como consecuencia de su utilización por un colectivo específico o a causa de las transformaciones sociales, los cambios tecnológicos o la aparición de nuevos objetos o nuevos conceptos. De la misma forma, existen términos y expresiones de uso corriente que la concepción actual de lo "políticamente correcto" ha querido erradicar de forma brusca y artificial de nuestra lengua. Cada vez son más los términos a los que tanto como hablantes individuales como, como parte de un colectivo social, vetamos de forma deliberada de nuestro lenguaje y en su lugar utilizamos eufemismos o los sustituimos por otras palabras más aceptadas socialmente.

Por su parte, las lenguas especializadas y las jergas han construido un lenguaje autónomo y han elaborado sus propias terminologías, sin que se produjeran excesivos problemas a la hora de que dichos términos pasaran a usarse en el lenguaje natural. Las primeras porque los conocimientos especializados requieren de un lenguaje específico e inequívoco para, sin ambigüedades, poder transmitir ese conocimiento y porque la autoridad que se confiere a los expertos y especialistas es mayor que la que se le confiere a la masa social de hablantes. A esto se une que los profesionales y expertos utilizan la lengua escrita como vehículo de transmisión y comunicación y los vocablos utilizados en la lengua escrita son admitidos como legítimos con mayor premura que los que únicamente se emplean en el lenguaje oral. En el caso de las jergas y la terminología que emplean, los vocablos adquieren únicamente carta de naturaleza como léxico normalizado cuando los usos de esos colectivos se generalizan y comienzan a emplearse por el resto de la sociedad.

Quiere esto decir que una lengua es un inmenso territorio de exploración y experimentación social que está determinado tanto por mecanismos internos de la propia lengua, como por mecanismos completamente ajenos. Las lenguas poseen una biología y una historia propias, pero también una geografía, una sociología, una psicología y una historia que obede a criterios claramente extralingüísticos puesto que responden a los mecanismos de la sociedad en la que estas lenguas habitan y se desarrollan y que, a su vez, las lenguas contribuyen de forma decisiva a configurar.

Participa en este experimento lingüístico donde podremos hacer, gracias a la utilización de esta nueva herramienta tecnológica y comunicativa que permite la edición cronológica y colaborativa del formato blog, el seguimiento de la evolución de un palabra en vivo y en directo.

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