Lo terrible no es que no entiendan al poeta,
maléfica sombra obstinada en quemar inciensos.
Lo terrible es que no se dan cuenta
de que ha comenzado la feroz carnicería de pronombres sin amo,
de que han comprado el plural por un módico precio,
de que en las fosa común del hambre o las trincheras
yacen cada vez más nombres propios,
de que los sustantivos fornican cada noche a pesar de su género,
y de que un adjetivo se columpia sobre el crepúsculo en llamas.
Se extiende enfebrecida la voz del desconcierto
y sin embargo, el verbo se ha extinguido.
María Jesús Lamarca Lapuente
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1 comentario:
estoy en cantada de encontrar tu blog, yo tambien soy miembra!!! así que he puesto un pequeño post recomendando el sitio. Enhorabuena por tu blog.
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